Historia
Los origenes de Martín de Yeltes todavía permanecen en la oscuridad. Su primitivo nombre, Martín del Río, indica con toda seguridad que su nacimiento se encuentra ligado a la ocupación Francesa, pais con gran devoción a San Martín de Tours, y que el asentamiento en este lugar vino originado por el cercano paso del Rio. Posteriormente cambió su nombre a Martín de Yeltes, por la existencia de otro pueblo en Teruel con la misma denominación. Alrededor del siglo XIX, la zona en donde hoy se encuentra Martín de Yeltes, Era un lugar de paso para los pastores, carruajes y caballerías que generalmente venían de Extremadura con dirección hacia León, eran conocidas y afamadas las posadas y ventorros de la localidad donde los viajeros podían pasar la noche. La carretera principal, en torno a la cúal se fraguó el negocio hostelero es en la actualidad la calle Diego Salas Pombo. Fruto de esta herencia son las numerosas tabernas que esta calle ha albergado hasta no hace mucho tiempo. Su historia se forja como la de tantos y tantos municipios de la provincia, entre la ganadería y la agricultura, por lo que apenas carece de patrimonio histórico y monumental. Es ésta una localidad típica de la franja suroeste salmantina, compuesta de núcleos urbanos diseminados en medio del espacioso Campo Charro, cuya amplia llanura se caracteriza por su paisaje adehesado. Ahí radica la interminable riqueza de Martín de Yeltes, que agrupa a los anejos de Campocerrado, Castillejo de Yeltes y Collado de Yeltes, en las grandes extensiones de terreno ligeramente ondulado en el que abundan los pastos y las encinas, en ocasiones en alternancia con cultivos cerealistas, regado por una extensa red fluvial. Este campo apto para la caza menor de liebres, perdices y codornices, es el hábitat natural e ideal del cerdo ibérico, por sus abundantes bellotas, y del ganado vacuno, con sus famosos toros bravos y los toros moruchos o de media casta. Localidad con buena artesanía de zapatería que festeja a San Antonio y a San Martín, su economía basada en su mayoría en la ganadería busca nuevos rumbos de progreso al hilo del turismo rural gracias a la importante mejora de sus comunicaciones. La reciente apertura de la Autovía de Castilla (A-62), y su situación estratégica, punto intermedio entre Salamanca y Ciudad Rodrigo, la convierten en un municipio con grandes perspectivas de desarrollo. Y es que, como no podía ser de otra manera, la despoblación también ha hecho mella en esta localidad, y de ahí que la nueva autovía, y junto a ella el polígono industrial "Las Eras" sean el maná del progreso, un bote salvavidas que convierta al municipio en eje del comercio y la cooperación transfronteriza.